Impulsarse modelo ha sido uno de los sueños cumplidos.
Desde muy pequeña, Andrea Melo, vive bajo la premisa “el persevera alcanza”.
La moda se convirtió en el complemento perfecto de los proyectos trazados. Entre ellos, obtener el título de pregrado como financista en negocios internacionales.
Debido a esta conexión, es una mujer reconocida en el área comercial. De hecho, por su afianidad con el mundo de la lencería, aspira consagrarse con las riendas de tienda de ropa interior y vestidos de baño.

Andrea Melo nació el 19 de marzo de 1988 en Cali, Colombia. A diferencia de diversas chicas, la pisciana no centró su atención en certámenes de belleza, pese que posar y modelar no desagradaba.
De esta forma, a los 18 años de edad, justo en el concurso Chica Piel Canela, se topó con las pasarelas y comezó a fortalecer debilidad más inmensa: la timidez.
Los números cautivan su intelecto. «Yo era la oveja nerd de la familia», dijo con gracia.
Con respecto al estado sentimental, contó que el corazón está ocupado. Andrea Melo aparte de amar a su pareja disfruta ser madre de un pequeño de tres meses, quien alegra cada mañana antes de ir a entrenar y trabajar.

“Soy muy familiar y de pocos amigos, pero los pocos que tengo saben qué clase de persona soy. Tengo carácter fuerte, más eso no quiere decir que no los ame. Cuando tengo un amigo, y se mete en mi corazón, yo lo hago parte de mi familia”, narró la dama fiel creyente de Dios, seres queridos, apasionada por el deporte.
Amante del mar y la pasta, Andrea Melo reiteró que se caracteriza por ser muy sentimental y positiva, dado el núcleo familiar que la envuelve.
“Hay que luchar por los sueños sin perder el norte. A veces nos dejamos llevar por cosas que son vanas y lo que importa es lo que llevas en el corazón. Debemos ser siempre humildes. Hoy estás y mañana no sabes”.
 
				
 
 