Según estudios realizados por científicos de la Universidad de Edimburgo, nacer cabezona es sinónimo de inteligencia, pero ¿cómo?
Investigaciones arrojaron que existe conexión entre nacer cabezona y capacidad cognitiva, descubriendo algunos factores como mantenerse saludables.
En pocas palabras: si hay mala salud, bajan niveles cognitivos, es decir, los lazos de obtener habilidades del pensamiento junto a padecimientos se encuentran en genes.
36 centímetros es la circunferencia promedio que califica a un recién nacido como “cabezón”, de acuerdo al Centro Médico de la Universidad de Rochester.
Resultados de nacer cabezona
Cuando un bebé crece con cabeza grande tiene mayores probabilidades de alto rendimiento académico.
Curiosamente, suelen culminar etapas de estudios como la universidad y contar con más concentración a lo largo del crecimiento.
Las pruebas científicas revelaron lo siguiente:
«Un mayor volumen intracraneal y mayor circunferencia de cabeza del infante se asociaron significativamente con probabilidad de un título universitario y puntuaciones más altas”.
El motivo de esta investigación es por razonamiento verbal-numérico, que se desarrolla en personas de cráneos grandes.
Por otra parte, para comprobar si nacer cabezona otorga inteligencia, hicieron la prueba con individuos entre 37 a 73 años de edad.
Se analizaron muestras de orina, saliva y sangre de diferentes participantes para diagnosticar genética y salud, en general.
El examen también incluía entrevistas acerca de estilos de vida, educación familiar, retos cognitivos y físicos.
Finalmente, por medio de los resultados de estadísticas se llegó a conclusión que nacer cabezona puede ser asociado con ser brillante.
Mientras mantengas vida saludable tus perspectivas de futuro serán más exitosas.
No obstante, todo dependerá de facultades intelectuales en la que te desarrolles para proporcionar alto coeficiente. También, de cara a la herencia genética.
Lo que anteriormente se veía como creencia popular ahora está justificado por científicos, quienes afirmaron que a grandes cabezas resultan más que grandes mentes.