Estudia Comunicación Social. Técnica en baile e interpretación de danza folclórica colombiana, música urbana y con orquestas. Mónica Gongora, canta, entrena, lee y mira series en Netflix.
La joven proveniente de la ciudad de Ibagué, en el departamento del Tolima, donde reside en la actualidad, se forma como modelo en la academia y agencia de Jorge Ortiz, casa de reinas y modelos.
En exclusiva en Modelos Latinas, cuenta con la firmeza de una pisciana: “No puedo decir que todo lo que soñaba o con lo que fantaseaba cuando pequeña lo estoy cumpliendo ahora, pero sí gran parte, quizás los sueños más centrados a la realidad. Desde muy pequeña deseaba ser una gran bailarina y hoy en día, gracias a Dios, lo he logrado. Siempre estuve encaminada por los medios de actuación. En el colegio era la primera que hacía la fila para todas las actividades que tuvieran que ver con todo eso. Entonces, por ello decidí estudiar la carrera que actualmente hago”.
Combinación ideal
Para ella, la combinación ideal surge entre baile y periodismo. Desde temprana edad se avocó al mundo del entretenimiento.
Describe: “Mi carrera profesional como comunicadora la inicié hace dos años y medio y, hasta el momento, no creo que haya ningún obstáculo. Cuando las cosas se hacen por pasión todo resulta más llevadero. Bailo desde pequeña”.
Con respecto a su amor por mover el cuerpo, explica que los conocimientos han sido alcanzados de forma autodidacta. “No soy una bailarina profesional de salsa, ni reggaetón, entre otros. Nunca he estado en una academia de baile preparándome como tal. Mis conocimientos los he adquirido viendo vídeos, coreografías y practicando en mi casa; mi familia por parte de ambos padres son amantes al baile. De allí, creo, salió mi swing y sabor”.
Día tras día espera mejorar. “Un obstáculo sería alguna fractura o lesión física, pero con la ayuda de Dios todo seguirá marchando bien”, asegura.
Vivir en armonía
Vive su vida y disfruta lo que tiene. En ocasiones, se desanima cuando los resultados no son los esperados, piensa en darse por vencida. Sin embargo, analiza: “Si las cosas fueran fáciles todo el mundo haría lo que quisiera y ya, pero como por ahí dicen: la vida se hizo para luchar y guerrear, sin importar el qué dirán los demás”.
Aspira posicionarse en el universo del baile. Culminar su carrera especializada en el periodismo. También, ejercer en un programa de Televisión, emisora o, en su defecto, en algún periódico, antes de conformar su propio núcleo familiar.
“Primero quiero centrarme en mi carrera profesional, para así tener que brindarles a ellos de aquí a mañana. Quisiera poder terminar algunos proyectos que mis padres tienen en este momento y ser yo quién les dé todo lo que ellos necesitan, así como ellos me lo han dado a mí. Lo lindo de mi carrera es que hay un mundo de opciones. No ha sido fácil conseguir las cosas y luchar”, indica la chica comprometida en el ámbito de pareja.
Amor familiar
Subraya:“El entorno es muy importante y, como en todo, siempre habrán altibajos: mi familia me ha enseñado a que cuando quiero algo debo ir por ello y luchar por mis sueños, sin hacerle daño a las personas que estén a mi alrededor”.
Comparte “mucho” con sus seres queridos. Se juntan para disfrutar de películas, salir de paseo. No obstante, cuando discuten prefieren tomarse un tiempo para tranquilizarse, hablar y resolver los inconvenientes.
“Mis padres para mí son mis personas favoritas e inspiración. Se separaron cuando yo era muy pequeña, pero aun así los dos han cumplido su rol de padres al pie de la letra. Me han hecho como persona de bien y me han inculcado valores. Son quienes me impulsan a seguir cuando me caigo, me han enseñado que si por un lado algo no resulta, por otro lado si funcionará. Cuando una puerta se cierra, 10 puertas más se abren”, confía.
Opta por conversar sobre las amistades. “Soy muy poco de amigos, he tenido experiencias en las que confío en personas que no debo y me han defraudado. Por eso, he aprendido a ser más reservada con mis cosas y, antes de confiar en alguien, me tomo el tiempo suficiente de conocer a esa persona. Ahora, eso no quiere decir que sea grosera o antipática. Por el contrario, soy muy tratable y sociable, cuando las personas necesitan de mí, si puedo, les brindo la mano. Lo hago sin esperar nada a cambio”.
En vacaciones
Aprovecha el periodo vacacional para tomarse un tiempo con su entorno. “Salgo con mi familia, amigos, amigas, y mi pareja. Me gusta cocinar, entonces, entre los planes más comunes está hacer comida y ver películas. Hago ejercicio con rutinas diarias en mi casa, ya que el fin de semana siempre tengo show en diferentes lugares. El baile también me ayuda a mantener mi figura”.
Constantemente echa vistazo en Internet. “Miro material de innovación, negocios, investigaciones de periodistas, para mantenerme al tanto de las cosas que pasan en mi país o en el mundo. Para eso estoy estudiando y necesito preparación. Cuando estoy en la universidad la mayoría de mi tiempo se ocupa en trabajos, parciales. Soy muy dedicada. Por lo tanto, me desaparezco un poco de la sociedad. Entre semana estoy de la universidad a la casa y el fin de semana viajo a distintos pueblos como bailarina”, alega entre risas.
Mónica Gongora recomienda recordar de dónde venimos. A las muchachas de Latinoamérica, aconseja: “No olviden de dónde vienen y quiénes las han ayudado. Sobre todo, quiénes han estado cuando los han necesitado. Las personas que ven y están presentes en el crecimiento de uno son las que merecen disfrutar de lo bonito que la vida nos brinda a nuestro lado”.
Prevalecerán críticas y personas que quizás no quieran que surjas. “Hay que tener claro nuestros ideales y lo que buscamos conseguir y lograr con ellos. Si las cosas se hacen bien, nada ni nadie podrá derrumbar lo que uno logra”, confirma.