
La modelo colombiana es más que un rostro bonito, resulta mujer emprendedora, repleta de amor maternal y capaz de disfrutar cada aprendizaje
María Oñate despierta con una sonrisa día tras día. Agradece a la vida tener la oportunidad de realizar propios proyectos y, a la par, ser madre.
La administradora de empresas, quien a futuro anhela crear línea de ropa, siente profunda afinidad por los niños.
En este sentido, contó que ama tanto a los pequeños que aspira comenzar a apoyar a niñas decididas a incursionar en el mundo del modelaje, así como en redes sociales.
Recordar sus inicios como modelo, hace 12 años cuando participó en el reinado de la ganadería en Montería, es muy significativo porque actualmente disfruta lo que siempre soñó hacer.
El tener tan presente sus primeros años modelando la convertido en fiel creyente de nuevos talentos.
Basándose en su experiencia, dice «es un medio hermoso pero muy complicado». Sin embargo, para triunfar es necesario ser fiel sí misma y hacer a un lado el ego.
La cotidianidad de María Oñate
María de Jesús Oñate Pernett ama lo que hace, a tal punto que atiende sus estructuras sociales y crea contenido, pues aprecia la labor que ejecuta.
El tiempo lo equilibra perfectamente entre trabajo, gimnasio y familia, especialmente adora compartir con su retoño en el parque o leer.
Se confiesa amante de la comida italiana y costeña, le encanta probar nuevos platos, deleita todo en restaurantes con allegados. «No soy de muchos amigos… antes tenía muchos ya son los que son», afirma.
Como toda mujer del signo escorpio, el mar es el mejor lugar para desconectarse de la rutina.
Motivada y empoderada
A María Oñate la inspira ver a diario la sonrisa de su hijo. Pero, en general, las personas fuertes, que ayudan, se levantan ante adversidades y luchen por cumplir sueños.
Para esta bella mujer no existen barreras, solo oportunidades. «A veces lo que para ti es un obstáculo puede ser la oportunidad más grande que tengas para demostrar de qué estás hecha», sostiene.