Etna Marina Vélez Obregón, que nació el 25 de marzo de 1998, siempre deseó su vida como una «expresión constante del amor que reside» en ella.
«De chica solo quise una cosa: amar, amar la vida, a los demás, a mí. Hoy en día puedo decir que aún quiero eso».
Disfruta cantar, leer, y realizar actividades improvisadas por el placer que brindan las experiencias desconocidas.
Aunque su signo zodiacal es Aries, no se inclina por el horóscopo.
Subraya: «Reconozco que los horóscopos sostienen una verdad parcial, pero no me guío por estos».
Formación
Estudia Lenguas Modernas e Interculturalidad en León, Guanajuato.
Cuenta: «Todavía no tengo una carrera como tal. Sigo estudiando y formándome día a día para poder ser un puente entre personas, con el fin de armonizar y crear».
Trabajará para «buscar una solución práctica a cualquier obstáculo que se presente a lo largo de la profesión. Si no hay solución, aprenderé de la lección», enfatiza.
Intenta ser vegana; lucha para vivir sin consumir productos de origen animal o que, al menos, tal producción no afecte al medio ambiente a más escala.
Felicidad plena
Logra la felicidad plena gracias a los seres humanos que rodean su entorno.
«Estoy muy feliz con las personas que están en mi vida. Agradezco que decidan compartir su tiempo conmigo», alega.
Con su familia mantiene «una relación bastante relajada y cálida».
Mientras, con el núcleo de amistades resulta reservado.
«Tengo muy pocos amigos. Me cuesta frecuentar a las personas porque suelo ensimismarme. Pero mis relaciones son emocionantes y saludables».
Se refiere al artista que admira. «Hay bastantes personas con cualidades que admiro. Denzel Curry una de ellas. Este artista hace de cada canción una obra teatral, plasmando autenticidad en cada nota. Además de hacer música increíble, es una persona centrada y muy fuerte que ha entendido su vida».
Por otra parte, Etna Marina Vélez Obregón aconseja a las chicas de América Latina a seguir adelante en busca de sus sueños.
«Por más cliché que suene, sigue tu sueño y confía en ti. Obsérvate a cada instante sin juzgarte, para poder tener una vista panorámica de las situaciones, actuar de la manera más benéfica, tanto para ti como para los demás».