Le atraían los documentales de biología y decidió ser bióloga. Carolina es una mexicana con fortaleza que hasta los hombres envidiarían, ya verán por qué.
Las profesiones elegidas por Carolina Álvarez no poseen similitud. Ella resulta bióloga y pesista, y ambas las disfruta al máximo. De pequeña soñaba con ser niñera.
Nacida el 7 de abril de 1985, en Guadalajara, México, la chica promesa nos permitió entrar y esculcar un poco su vida, para conocer de qué está hecha, cuáles son los proyectos que prepara y cómo vive su situación sentimental actual.
Pasear por día rutinario en la vida de esta mexicana obedece a iniciar la mañana con un rico café en la mano acompañado de desayuno cargado. El resto se debate entre el entrenamiento personal, tareas, citas, lectura y el seguimiento a sus clientes.
De acuerdo a su fecha de nacimiento, la rige el signo Aries. Tal y como relató, varios son los planes que se ha propuesto a corto y mediano plazo, siendo el más titánico llegar a obtener algún título en mundo fit.
“Nada en la vida es fácil. Sin embargo, si es lo que tu corazón realmente desea, todo se te dará solo”.
Una de las piezas más sólidas encontradas en Carolina Álvarez fue su núcleo familiar. Los objetivos alcanzados se los debe en primera instancia a sus padres, gracias a la educación inculcada.
Al hacer referencia a su estado sentimental, contó que comparte espacios junto a su pareja y una bebé hermosa que le ha enseñado a sentir el verdadero amor.
Esta bióloga ama comer pizza. Mientras, mantiene como lugar favorito la cama. Si de fuente de inspiración se trata nombra a las féminas. “De una u otra manera, cada una me inspira a su manera”.
Para la sociedad machista, el hecho de ser madre y esposa serían considerados obstáculos para el desenvolvimiento. No obstante, Carolina Álvarez visualiza tal panorama desde otra perspectiva: “El pertenecer a estos medios, tener una niña y ser esposa, no me han alejado de recibir propuestas importantes. Ellos son mis logros, no obstáculos”.