“Apenas terminé el colegio ingresé a la universidad y desde ahí no he parado de capacitarme y desarrollarme en todo lo que me gusta”, dijo Carla Cillóniz
Cumpliendo con sus sueños, Carla Cillóniz se desempeña como administradora, agente inmobiliario, atleta bikini fitness y entrenadora personal.
En ella siempre estuvo presente estudiar, enfocándose al 100 % en preparación académica.
La polifacética modelo nació el 29 de agosto de 1980 en Lima, Perú. Ama cantar, actuar y bailar.
Además, tiene otras actividades a las que dedica tiempo como entrenar, porque su pasión se resume en ejercitarse.
En paralelo, se encarga de preparar todas las comidas diarias para cumplir con alimentación balanceada.
A su vez, la peruana maravillosa hermosa y delicada se siente feliz tras disfrutar al jugar con mascotas.
Carla Cillóniz cautiva con su belleza
Esta preciosa mujer se caracteriza por ser perfeccionista, modesta, meticulosa e inteligente.
Admira a la famosa atleta Hattie Boydle, entrenadora de crossfit y modelo fitness, quien conserva cuerpo escultural envidiable.
“De cierta forma sí, siempre quería ser modelo”, asegura Carla Cillóniz, afirmando, simultáneamente, que desde pequeña entró en lista de celebridades favoritas.
Le inspiran aquellas personas que luchan por alcanzar sueños. La palabra resiliencia posee gran valor.
Carla Cillóniz enfatiza: ‘Mayor orgullo es lograr ese equilibrio emocional frente a cualquier situación’.
Disfruta de la gastronomía peruana, siendo Lima lugar preferido para compartir con seres queridos.
Con 38 años edad aspira estudiar nutrición, la linda joven reveló en exclusiva para Modelos Latinas que pretende indagar sobre cada aspecto alimentario a fin de aportar bienestar a la sociedad.
El único límite en su vida sería enfrentar puertas cerradas. Sin embargo, intuye que mientras una se cierra otras terminando abriéndose, generando nuevas oportunidades para progresar.
Carla Cillóniz, aconsejó: “Siempre deben creer en ustedes. Persigan sus sueños y prepárense muy bien para superar los propios límites”.
